Muere Pilar Burgos, una visionaria del calzado
Obituario
La empresaria sevillana tuvo zapaterías en las zonas más comerciales de Sevilla, Madrid, Barcelona, Lisboa, Cádiz, Málaga y otras ciudades de América
Con su primer diseño propio, en 1976, superó cualquier expectativa de venta y le abrió el camino del éxito: la alpargata Gilda

Una visionaria del calzado ha fallecido. Pilar Burgos (Sevilla, 1940) nació frente a la Catedral, empezando a trabajar a los 14 años con su madre en la zapatería familiar. Tres años más tarde ya estaba al cargo de la tienda Calzados Avenida, en la actual Avenida de la Constitución.
En 1973 comienza en solitario su carrera en este sector de la industria del calzado. La compañía se fundó por Pilar Burgos en 1973 con 300.000 pesetas prestadas por un familiar y con únicamente dos empleados. En la temporada de verano de 1976, un diseño propio hizo superar cualquier expectativa de venta: la alpargata Gilda, una pala cerrada con cinta de atar al tobillo. Después diseñó zapatos de piel con los colores de los mantoncillos, para los vestidos de flamenca. Algo que, aunque parezca increíble, no existía. Animada por la trayectoria, años más tarde inauguró un nuevo establecimiento en la calle Tetuán, y otros que en régimen de franquicia o explotados directamente se abrieron en ejercicios posteriores.
En los primeros años del negocio, Pilar Burgos se encargaba de realizar pedidos, escaparatismo, llevar la administración de la tienda que nace y su control económico. Desde entonces estaba convencida de que la atención personal a cada cliente es imprescindible. Al cierre de cada jornada reparaba en casas los defectos de los productos y realizaba bolsos de lona en su máquina de coser, para venderlos en su establecimiento al día siguiente. Tenía una creencia fuerte de que el producto debe ser dirigido al gran mercado.
Medalla de la ciudad en 2014
El color era otra de sus obsesiones, inaugurando nuevas tendencias en color y forma con respecto a lo que tradicionalmente había sido la fabricación, distribución y venta de calzado. Colecciones completas de zapatos y de bolsos se han venido en España y Portugal.
Durante la década de los 80, la fórmula para el crecimiento geográfico fue la franquicia, abriendo establecimientos en Cádiz, Málaga y Jerez. Pilar Burgos ha sido responsable con estos nuevos retos, transmitiendo cada día un nuevo nivel de exigencia en toda la organización.
La fama le llegó cuando, tras años de crecimiento prudente y solido en Andalucía, esta sevillana decidió salir a competir con sus zapatos en otras esquinas del ruedo ibérico. Tuvo zapaterías en las zonas más comerciales de Madrid, Barcelona, Lisboa, Cádiz o Málaga. También tuvo varias tiendas en distintos puntos de América.
Pilar Burgos recibió la medalla de la ciudad en 2014. Dos años más tarde realizó un cierre gradual de sus negocios por jubilación.
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