El Real de la Feria vuelve a la vida: la portada y las casetas, a punto para la noche del Alumbrao

Los Remedios vive estos días una auténtica transformación. Con la emoción propia de los grandes acontecimientos, trabajadores, caseteros y operarios se afanan en poner a punto cada rincón del Real para que, dentro de una semana, la Feria de Abril luzca como el verdadero corazón de Sevilla: repleto de luz, color, historia y hospitalidad.

A siete días de que se dé el pistoletazo de salida con el tradicional alumbrado, el Real de Los Remedios se encuentra inmerso en una actividad frenética. El ambiente que se respira entre los trabajadores es de ilusión y responsabilidad: saben que cada detalle cuenta para que la Feria, uno de los símbolos más queridos de la ciudad, deslumbre desde el primer instante.

Las calles de albero comienzan ya a vestirse de gala con los primeros farolillos, mientras las casetas —más de mil en esta edición— se llenan poco a poco de vida. Dentro, se ultiman los montajes: sillas de enea, cuadros tradicionales que evocan escenas costumbristas andaluzas, y un incesante ir y venir de neveras, ventiladores y mobiliario.

La portada se inspira en el Pabellón de Chile

La portada de la Feria de este año promete ser uno de los grandes protagonistas. Inspirada en el histórico Pabellón de Chile de la Exposición Iberoamericana de 1929, su diseño combina la majestuosidad neocolonial con la esencia festiva de Sevilla. Ya se han instalado las más de 28.000 bombillas que, cuando se enciendan la noche del “pescaíto”, iluminarán la entrada al Real como un faro de bienvenida para propios y forasteros.

Mientras los trabajadores apuran los últimos retoques, en el aire ya se percibe ese aroma inconfundible de la Feria: mezcla de azahar, albero y ganas de celebración. La ciudad entera aguarda con entusiasmo el momento de volver a encontrarse bajo los farolillos, en una cita que promete ser, un año más, inolvidable.