Una vergüenza en expansión infinita (4-2)
El Sevilla cierra otro despropósito de temporada goleado, en el límite del descenso y con la peor clasificación desde la caída con Marcos Alonso; Caparrós cierra su cuarta etapa con 5 puntos de 21 posibles
Caparrós: "A pensar en la siguiente temporada, que está muy cerquita"

La vergüenza que siente el sevillismo sigue sin detenerse. Con el final de Liga llega un deseado paréntensis, pero, como la infinita expansión del universo, según la ley de Hubble en su interpretación de la evolución del cosmos, lo peor es que esto no parece tener fin y sabe Dios cuándo se detendrá. El cierre fue digno de la temporada que ha firmado el proyecto, ridiculizado y goleado por el Villarreal, un club que aspiraba a emular los éxitos que se coleccionaron en Nervión y que con el triunfo sobre el simulacro de equipo de fútbol que presentó su entrenador no sólo amarraba su objetivo Champions sino que instauraba un récord de goles a favor de toda su historia, superando a aquel equipo de Riquelme y Forlán. Y todo, con un entrenador que algunos tachaban y siguen tachando de defensivo. El Sevilla, con la apuesta por el toque de García Pimienta y después de la del sevillismo a puño apretado de Caparrós (5 puntos de 21 posibles con el utrerano) le regala a su gente un decimoséptimo puesto, el límite de los puestos de descenso, a un punto, a ese gol que no marcó Diomandé o el que sí metió García Pascual, la peor clasificación desde la hecatombe con Marcos Alonso en la temporada 1999-2000.
Pero es que en el fútbol –no nos engañemos y que no quieran inventar otra fórmula–, del 70 al 80 por ciento del acierto de una planificación está en dar con el entrenador idóneo y dotarlo de las herramientas que pida. Salvo excepciones, suelen ser comprensibles y coherentes con la realidad en la que están. El Sevilla fue no hace mucho a buscar a Marcelino y José María del Nido Carrasco y Pepe Castro salieron corriendo cuando el asturiano pidió un proyecto de tres años... Qué casualidad, justo las temporadas de contrato que, salvo el tiempo cobrado, reclama ahora García Pimienta a cierto club con sede en la esquina de Eduardo Dato.
Con Caparrós en ese banquillo del que Marcelino huía viendo el proyecto que se cocía, el estadio de La Cerámica celebraba con los suyos cómo el asturiano los ha llevado a ese “campamento base” en el que decía Castro tener una parcelita fija para el Sevilla. Y para más escarnio, todo llegaba con una goleada casi comiendo pipas. A los ocho minutos ya estaba todo liquidado, al inicio de la segunda mitad caía el cuarto en una jugada de chiste cuando el Sevilla intentaba sacar el balón jugado desde la posición del portero, ayer Álvaro Fernández, portero por decir algo...
Ahora, tras ver a ese equipo en el campo y, mientras uno escribía esta crónica y Marcelino daba las gracias micrófono en mano a la familia Roig, al desaparecido Llaneza... que han hecho posible el éxito del Villarreal, pararse a ver la plantilla del Sevilla y tratar de buscar sobre qué jugadores edificar un proyecto es un ejercicio muy difícil de desarrollar.
¿Sobre Peque? ¿sobre Carmona?, ¿sobre Kike Salas? ¿sobre Agoumé?... Porque se podrá entender con la ruina que pesa en la sociedad que a la primera oferta que llegue por Lukébakio cometer otra vez el error de rachazarla sería una irresponsabilidad.
Ocho minutos en dimitir
Cuatro minutos tardó en saltar por los aires esa petición que se escuchaba en las arengas en el vestuario sevillista antes del partido. “¡Intensidad al inicio, ¿eh? intensidad al inicio!”. A los cuatro minutos absolutamente nadie acudía a la caída de un despeje de cabeza de Kike Salas y Yéremi Pino tenía tiempo de sobra para controlar y lanzar el balón a la escuadra, donde no llega un portero de 1,80. Cuatro minutos después Pape Gueye se colaba hasta la cocina con la tibia presión de García Pascual y fusilaba a Álvaro Fernández. Habían pasado 8 minutos. La fiesta ya estaba montada para los amarillos y a Caparrós sólo se le veía hacer aspavientos en la banda.
Con el once que sacó el utrerano, sin Lukébakio y sin profundidad alguna en las bandas al colocar a dos jugadores que se metían por dentro, el fútbol que apareciera iba a ser cosa de Suso, al que le negaron hace un año renovar a la baja cuando él lo pidió y ahora tras un año en blanco y con contrato cumplido quieren convencer de que se quede. El Villarreal rozaba el 3-0 antes de la media hora y fue entonces cuando el Sevilla se estiró algo. Una llegada de Sow metió a los blancos en el partido tras un centro de Suso, lo único potable de la tarde junto a Agoumé, pero hoy día el Villarreal es un coloso al lado de este club sin proyecto y que ha dejado sin ilusión a su gente. Los locales tardaron muy poco en marcar el 3-1, otra vez desnudando a un sistema defensivo de verbena de pueblo, con un Kike Salas con la cabeza absolutamente fuera del fútbol por lo que todos sabemos. Álex Baena se coló hasta la cocina sin que nadie le saliera al paso, quebró al de Morón y con la puntera desvió el balón ante Álvaro Fernández.
Tras el descanso Caparrós sacaba a Lukébakio para tratar de evitar que la goleada cayera o para, en caso de intercambio de golpes, tener alguna bala arriba. Y los nervionenses salieron con cierto brío ante la relajación de los locales, que meterían el cuarto en una acción ridícula del Sevilla al intentar sacar el balón como si fuera el Barça de Guardiola. Pape Gueye, otra vez, fusilaba al riojano, un portero que es de suponer que jugó su último partido de sevillista.
Ya todo estaba dicho. Todo lo que quedaba era una anécdota, como el gol de Ramón Martínez a pase de Agoumé, el fallo de Juanlu solo ante Diego Conde y el tanto anulado a Lukébakio, como antes los intentos de Barry, que pudo hacer el quinto, o de Pedrosa.
El Sevilla cerró el año como merece. Un punto, un gol... lo han salvado del descenso. No había mucho que celebrar tampoco la noche de Las Palmas...
Ficha técnica
4 Villarreal: Diego Conde; Pau Navarro, Costa, Kambwala, Pedraza; Yeremy Pino (Pépé, min. 56), Gueye (Parejo, min. 74), Denis Suárez (Requena, min. 81), Buchanan (Eyong, min. 74), Álex Baena (Gerard Moreno, min. 56) y Barry.
2 Sevilla: Álvaro Fernández; Carmona (Ramón, min. 62), Kike Salas Marcao, Pedrosa; Agoumé, Gudelj, Juanlu (Bueno, min. 73), Suso (Ejuke, min. 86), Sow (Lukébakio, min. 46) y García Pascual (Peque, min. 62).
Goles: 1-0, min. 3: Yeremy Pino. 2-0, min. 7: Gueye. 2-1, min. 28: Sow. 3-1, min. 39: Álex Baena. 4-1, min. 53: Guaye. 4-2, min. 84: Ramón.
Árbitro: Alberola Rojas (Comité Castilla-la Mancha). Mostró tarjeta amarilla a Carmona por el Sevilla.
Incidencias: Encuentro correspondiente a la jornada 38 de la Liga EA Sports disputado en el estadio de La Cerámica ante 17.758 espectadores. En los prolegómenos del partido, las peñas del Villarreal homenajearon a Ayoze Pérez, Álex Baena y Sergi Cardona por su rendimiento durante la temporada y a Raúl Albiol por su trayectoria.
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