Antonio Yélamo: “La radio vive su momento dulce”

Para Antonio Yélamo (Écija, Sevilla, 1958), la radio es algo más que una profesión, es “una forma de vida”. Asegura que, como decía Caballero Bonald, “somos el tiempo que nos queda” y así es como pretende proseguir con “esa vocación innata”, comprometiéndose con lo que pasa a su alrededor. “El periodismo es el mecanismo más directo, más honesto y más agradecido”, afirma el director de Cadena SER Andalucía, cuando se cumplen 100 años de Radio Sevilla y de Radio Cádiz, que este martes celebra en su ciudad este meritorio aniversario.
Pregunta.Cuando se levanta por la mañana, ¿qué va antes la radio o el café?
Respuesta.La radio, por supuesto. Marca el desarrollo vital mío desde principio a fin de la jornada. Me levanto a partir de las 5 de la mañana. Han sido muchos años haciendo matinales y ya cambiar de hábito no me resulta factible. Escucho la radio desde el primer minuto. Tienes que estar muy organizado para poder soportar esa adversidad, porque en cualquier caso levantarte a las 5 de la mañana no es nada agradable. Para mí la mañana es clave, se fraguan muchas cosas. Es cuando se reinicia todo, cuando se resetea toda la actualidad y cuando verdaderamente se ventilan decisiones informativas importantes .
P.¿Con qué noticia le encantaría arrancar el día?
R.Es complicado. Todo el mundo diría que con la paz, la salud, la solución para el cáncer,... Yo me conformaría con algo más sencillo y más pegado al momento que vivimos. Yo desearía que hubiera mayor dosis de conciliación y menos de sectarismo y enfrentamiento.
P.¿Tanta polarización beneficia a la profesión?
R.Siempre en los momentos de tensión se acude a los medios. Unos para que les reporten y les confirmen sus planteamientos, y otros por el deseo de tener una mayor orientación y clarificación. En este momento se impone un mayor esfuerzo por parte de los medios de comunicación para tratar de discernir entre lo falso y lo verdadero, entre lo que tiende a enfrentar y a colisionar, y lo que pretende arrojar luz sobre los hechos. Ante estos momentos tan confusos la labor periodística es más necesaria que nunca. Aquellos que decían que la intermediación periodística y profesional estaba ya cuestionada porque hoy en día aquel que tiene un teléfono puede hacer periodismo, entre comillas, de calle o periodismo directo, eso se ha comprobado con el tiempo que no es así. Se requiere para ese proceso reflexivo de la ciudadanía que se tenga siempre la mayor información posible y contrastada. Y para eso se necesita a los periodistas. ¿Es un buen momento desde ese punto de vista? Pues sí, pero es un momento que supone afrontar retos importantes, porque hay una gran demanda de información, pero esa demanda debe ser satisfecha con ese rigor.
P.Una pandemia, una dana, el azote de Filomena, la erupción de un volcán, la muerte del Papa y el apagón. La radio no solo ha sobrevivido sino que se ha convertido en heroína.
R.No me sorprende eso. Se está destacando como hecho noticiable, pero para aquellos que estamos día a día en la radio y que percibimos la cercanía de los oyentes, sabemos que la radio está muy en la intimidad diaria de los ciudadanos. Y no sorprende que ante estas circunstancias tan adversas se aferren a un medio de comunicación que demuestra su vigencia. La radio vive su momento dulce. Está más que demostrado que hay una amplísima audiencia radiofónica. En el último EGM, 24 millones de españoles escuchan la radio a diario. Eso da cuenta de algo que, bajo mi punto de vista, es clave, la vigencia del medio radio está mejor que nunca y no solo en situaciones puntuales. La fuerza comunicativa de la radio en días normales también sigue siendo un elemento clave en la conformación de la opinión, en el entretenimiento y en la labor diaria informativa.
P.Sin embargo, algunas encuestas plantean una tendencia descendente. Si bien la consideran el medio más fiable, dicen que solo el 14% de los jóvenes la utilizan.
R.Hay un cambio sociológico importante y eso afecta a todos los ámbitos de la vida. Siempre es reiterativo ese planteamiento dialéctico sobre los jóvenes, ¿dónde están los jóvenes? Antes el joven entraba a través de las radios temáticas, las radios musicales y de ahí iba madurando y pasaba a la radio generalista. Ahora hay una distorsión, pero los jóvenes se siguen incorporando al audio, algo que es fundamental, porque es nuestra materia prima y porque la radio no deja de ser un soporte. Y lo hacen con los pódcast, que han sido el banderín de enganche más eficaz. Eso lo explica muy bien Iñaki Gabilondo diciendo que la radio es una gran nave nodriza y le van saliendo satélites que poco a poco van creciendo, van generando y van aportando nuevas audiencias, nuevos hábitos de escucha, pero en el fondo sigue siendo lo mismo, alguien que escucha un audio y eso, en definitiva, es radio.
P.Luego no es competencia y más teniendo en cuenta que un pódcast es menos espontáneo.
R.Se ha demostrado que es un elemento complementario que ayuda y que supone una plataforma absolutamente ideal para entrar en determinados segmentos de población que no están al tanto de una radio convencional, pero que al final llegan a consumir lo que en la radio convencional es clave, que es el audio. Puedes hacerte tu propio relato de audio sin ningún tipo de problema. Eso al final crea complicidades y se ha comprobado.
P.Entretener, informar y educar. Como dice Gabilondo, “la radio no tiene sentido si no es de utilidad”.
R.Hay un principio básico que habla de que el periodismo tiene que servir también para transformar, para evolucionar y para ayudar a avanzar en la sociedad. Si miramos un poco hacia atrás, la SER tuvo mucho que ver en el proceso autonómico con esa iniciativa de Gabilondo cuando puso en marcha en los 70 aquel lema Andalucía es una tierra hermosa, grande, vieja y sabia: siéntase orgulloso de SER andaluz. Una apelación a la autoestima del pueblo andaluz que contribuyó, en cierta manera, a convertirse en la antesala de lo que finalmente vino. En definitiva, la radio estuvo en un momento histórico importante para nuestra tierra y se demostró su utilidad y su capacidad de transformar. La radio sirve para mejorar si se hace bien y si se acierta.
P.Quizás la mayor virtud que tiene la radio es la de acompañar en una sociedad que cada día se siente más sola...
R.Hubo un momento en que la radio de entretenimiento se denostó en favor de la radio informativa. Y no tienen por qué ser incompatibles. La radio ha sabido compatibilizar con equilibrio, con acuerdo y consenso entre los contenidos que sirven de entretenimiento y los que sirven de actualidad. Si mantenemos ese principio, la vigencia de la radio permanecerá intacta en el tiempo o incluso más fuerte todavía.
P.La radio de hoy es una carrera de obstáculos: audiencia, ingresos, redes sociales, división digital y generacional, déficit económico...
R.Siempre tiene una gran capacidad de transformación en todos los sentidos. En tiempos oscuros, estaba volcada en el entretenimiento para una sociedad que no tenía nada. Se convertía en su principal fuente de entretenimiento y de ilusión, y de ahí se pasó a una radio que demandaba compromiso e información donde se da una visión más global que finalmente la convierte en un medio imprescindible para el ciudadano. Por tanto, capacidad de transformación. Ni con la llegada de la televisión dejó de seguir su camino, incluso se ha fortalecido en su tramo matinal, con una capacidad mayor de llegar al oyente. Ha sabido adaptarse también tecnológicamente. Creo que es el medio que mejor se ha adaptado a lo digital con la integración del móvil al día a día.
P.Se habla de que el secreto de la radio está en el poder de lo impredecible, poniendo al oyente como protagonista inesperado.
R.La radio sigue teniendo hoy ese cauce permanente de acción del ciudadano. De una manera directa, sigue siendo protagonista total de lo que ocurre a su alrededor. Pero más allá de los cauces de participación y de conexión con el oyente, es que la radio pertenece a los oyentes. Esa es la impresión más destacada que yo saco después de tanto tiempo trabajando aquí. La radio les pertenece a ellos, no a nosotros, porque cada uno ha construido su vida acompañados de una radio que ha estado con continuamente presente en todos los actos de su vida. Y eso genera una vinculación sentimental tan íntima que, insisto, no pertenece a los que hacemos la radio. La radio pertenece a sus oyentes. No es ninguna perogrullada, es la verdadera realidad.
P.¿Cree que la lucha por la diversidad puede tener su pieza fundamental en las ondas al ser la radio una plataforma democrática a la que llegan todas las voces y donde están representadas de una manera u otra?
R.Diversidad y pluralidad. A pesar de que ahora se remarca mucho el enfrentamiento, hay que tener el prurito suficiente, el rigor necesario, para tratar que todas las voces que configuran la actualidad estén presentes, de una u otra forma, en el cauce diario de comunicación en la radio. Eso tenemos que mantenerlo porque debe ser así. Hay otras opciones más definidas, pero en nuestro caso no es el camino a seguir. El camino a seguir pasa porque estén todas las voces, todos los elementos que configuran la actualidad y la opinión. Y eso al margen de la línea editorial que tenga un medio. En nuestro caso es un principio básico de actuación para configurar el criterio de nuestro trabajo, siempre debe pasar por esa pluralidad de voces.
P.¿Por qué se escucha más la radio en Europa que en España?
R.En España se escucha y tiene mucha fuerza. De hecho se comenta el fenómeno de la radio en España como un elemento muy singular de capacidad, de influencia y de trascendencia por su liderazgo. Yo la verdad es que no tengo datos específicos, pero sí conozco cómo va la radio en Latinoamérica y cómo sorprende la fuerza de nuestra radio en Europa.
P.Ha sido nombrado recientemente miembro del Consejo Social de la Universidad de Sevilla, ¿hay que reeducar para afrontar los nuevos tiempos?
R.Yo me pongo honestamente al servicio de los intereses de la Universidad y seré un eslabón entre el estamento universitario y la sociedad en sí. Y para ello es evidente que los medios de comunicación juegan un papel muy importante. Para la Universidad, todo lo que sea trasladar al ciudadano la labor docente que realizan y la labor investigadora y de contribución al desarrollo del territorio es importante. Yo la verdad es que agradezco que hayan pensado en mi persona para que, de alguna manera, pueda contribuir también a ello. En ese sentido es como enfoco mi presencia en el Consejo.
P.Radio Sevilla acaba de cumplir 100 años, en 2024 lo hizo la radio en España, y este 2025 también es el aniversario de Radio Cádiz. ¿Qué nos queda en los próximos 100 años?
R.Pues nos quedan otros 100 años más, como mínimo. O lo que venga por delante. Se ha demostrado esa gran capacidad que tiene de adaptarse al entorno. Ahora ha venido uno muy exigente con lo digital y la radio ha sido capaz de integrarlo de una forma más rápida y veloz de lo esperado. Lo digital ha llegado a lo más íntimo de golpe y porrazo a nuestras vidas y la radio está ahí. Ha conseguido transformarse y, vuelvo a insistir, el eje central de toda nuestra labor es el audio, pero con el complemento de la imagen. Hoy, un tratamiento informativo más complejo nos hace plantearnos más exigencias como profesionales y como medio de comunicación en sí. Es un medio muy ágil, muy capaz, muy dúctil, muy maleable para adaptarse al entorno y seguir siendo un elemento de confianza del ciudadano.
P.Muchos años y muchos nombres...
R.Ha habido excelentes profesionales no solamente en Sevilla, sino en la radio en España. Sin embargo, queremos aprovechar este aniversario para, no solamente hacer una mirada hacia atrás, que hay que hacerla, sino también para ver la etapa más reciente, que ha sido muy trascendente y que ha marcado también el futuro de esta casa. Y bajo ese prisma, bajo ese contexto, yo siempre marco la figura de Iñaki Gabilondo, que para nosotros ha sido fundamental. Ha encauzado el nuevo tiempo que orienta el camino de Radio Sevilla con su dirección aquí, y eso para nosotros está siempre muy presente. Su trayectoria, su afán por identificarse con el territorio, su obligación de compromiso con el entorno sigue siendo un ejemplo diario y el que nos traslada al futuro inmediato y a lo que venga.
P.Como profesional, después de tantos años al frente de una cadena tan relevante, ¿qué le queda por hacer?
R.Mi vida profesional transcurre en la radio, aunque también he colaborado mucho con la prensa escrita con medios muy significativos. Decía Caballero Bonald que "somos el tiempo que nos queda". Yo seguiré teniendo esa curiosidad por lo que pasa a mi alrededor, esa vocación innata por comprometerme con lo que pasa a mi lado. Cuando llegue el momento de finalizar mi etapa profesional seguiré vinculado a lo que pasa a mi alrededor de una u otra manera. Y para eso, evidentemente, el periodismo es el mecanismo más directo, más honesto y más agradecido para acercarte a lo que pasa a tu alrededor. Lo de la profesión periodística es una forma de vida, así lo entiendo yo. Y esa forma de vida estará hasta que deje de estar aquí, evidentemente.
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