Andalucía elevará el crecimiento de su PIB al 2,5% este año, gracias a una fuerte demanda interna

El panel de expertos del Observatorio Económico de Andalucía mantiene una evolución superior a la media europea, con moderado crecimiento del empleo

A comienzos de año esperaba un incremento del PIB andaluz para todo el año una décima inferior, pese a que en el primer trimestre de 2025 el impulso fue menor que en el último de 2024

Presentación del informe 'Economia Andaluza. Primer trimestre de 2025'

Sevilla/La economía andaluza mantendrá un crecimiento robusto en 2025, aunque se moderará respecto a lo ocurrido en 2024. Así lo espera el panel de expertos del Observatorio Económico de Andalucía (OEA), que presentó este jueves su informe Economía Andaluza. Primer Trimestre de 2025, en el que auguran que el PIB regional crecerá un 2,5% en términos anuales, un impulso que moderan al 2% para el ejercicio de 2026. Esto supone mejorar en una décima su última previsión para el conjunto de este año.

El presidente del OEA, Francisco Ferraro, lo explicitó al presentar el informe junto al profesor de Economía Aplicada de la Universidad Pablo de Olavide (UPO) Manuel Alejandro Hidalgo, quien expuso la evolución del crecimiento de la economía regional en el primer trimestre de este año: su PIB creció un 0,6% entre enero y marzo respecto al trimestre anterior, según el Indicador Sintético de Actividad de Andalucía que elabora el OEA, lo que supone tres décimas menos que el crecimiento del cuatro trimestre de 2024.

Pese a esta caída intertrimestral, Hidalgo destacó que es "el mismo crecimiento que el publicado por el Instituto Nacional de Estadística (INE) para el PIB español". Con esta tasa, el crecimiento interanual para el primer trimestre de 2025 es del 3,2%, cuatro décimas superior al estimado para España, pero seis inferior al del cuarto trimestre de 2024.

Estos datos, según detalló el profesor de la Olavide, ponen de manifiesto que, como la española, evolución coyuntural de la economía andaluza sigue ajena a lo que sucede a la coyuntura internacional, donde se aprecia un debilitamiento.

Aun así, el decrecimiento de tres décimas en el primer trimestre de 2025 respecto al último de 2025 se explica por dos factores: una peor evolución del turismo en el inicio del año –por las lluvias y una tardía Semana Santa– y su efecto en el PIB andaluz, dado el mayor peso relativo del sector turístico en la estructura productiva regional, pero que ha sido compensado por un buen comportamiento del empleo, que ha influido en la evolución del consumo privado y, que a su vez, se ha visto apoyado por una evolución positiva de la inversión, en particular, en la construcción y en la industria.

Hidalgo hizo mención al explicar este desempeño de la economía andaluza a la evolución que han tenido la inflación y los salarios. Respecto a los precios, se refirió al dato hasta marzo, que situó la inflación en la región en el 2,4% en tasa anual, levemente por encima de la cifra anual, aunque recordó que ayer mismo el dato de abril mejoró esa cifra y la igualó con la española.

En cuanto al mercado laboral andaluz, Hidalgo enfatizó su "comportamiento mixto durante el primer trimestre de 2025, con señales positivas en términos interanuales pero mostrando un cierto deterioro respecto al trimestre anterior". Así, recordó que la Encuesta de Población Activa (EPA) situó el número de ocupados en 3.476.100 personas, lo que supone un notable incremento interanual del 2,9% (98.500 ocupados más), superando ligeramente el crecimiento estimado para la economía española en el mismo período. Sin embargo, destacó, respecto al trimestre anterior, el empleo experimentó una ligera contracción del 0,4% (12.300 ocupados menos), evidenciando cierta estacionalidad que afecta tradicionalmente a los primeros meses del año y muy posiblemente por la celebración tardía de la Semana Santa.

El comportamiento del empleo, en cualquier caso, depende de los sectores. El sector agrícola experimentó el mayor crecimiento, con un aumento de 20.400 empleos respecto al trimestre anterior, reflejo de la estacionalidad propia de las actividades agrarias en este período. Por el contrario, los servicios perdieron 31.600 empleos, la industria retrocedió en 800 ocupados y la construcción en 300, confirmando el patrón habitual de menor actividad en estos sectores durante el primer trimestre.

En cuanto al desempleo, se registraron 669.200 personas paradas, lo que representa un aumento del 2,5% respecto al trimestre anterior (16.500 parados más). Este incremento, sin embargo, contrasta con la notable reducción interanual del 8,3% (60.900 parados menos), evidenciando la tendencia positiva a medio plazo. La tasa de paro se situó en el 16,1%, aumentando 0,4 puntos respecto al trimestre anterior, pero disminuyendo significativamente (1,6 puntos) en términos interanuales. Este comportamiento favorable a largo plazo está permitiendo una progresiva aproximación, aunque todavía insuficiente, a la tasa de paro nacional, que se mantiene 4,7 puntos por debajo de la andaluza.

Fuerte demanda interna

La conclusión del OEA es que durante el primer trimestre de 2025 la demanda interna se convirtió en el principal motor de crecimiento de la economía andaluza, frente a un sector exterior muestra ahora un comportamiento menos dinámico, en la complicada coyuntura internacional. Hidalgo destacó el impulso del consumo de los hogares, que ha tenido una "notable recuperación". Lo muestran, señaló, el aumento del 3,4% en el Índice de Comercio al por Menor, igual al nacional, o la matriculación de turismos, que creció un 19,2% interanual en marzo, aunque por debajo del 24,4% registrado en el conjunto de España.

Frente al tirón del consumo interno, las exportaciones sí están notando es de debilitamiento internacional. Tanto por las políticas arancelarias de Trump como otras razones de más largo plazo. En las importaciones no han notado esa debilidad, precisamente por la fortaleza del consumo interno.

Por el lado de la oferta, en el primer trimestre de 2025, la economía andaluza ha mostrado diferencias por sectores, con un desempeño industrial notablemente positivo, un sector de la construcción en recuperación y algunas dificultades en determinadas ramas del sector servicios, especialmente las vinculadas al turismo.

El profesor de Economía Aplicada hizo especial mención a la recuperación que está teniendo el sector de la construcción, con un aumento significativo de la licitación oficial (119,4%) y de las viviendas iniciadas libres (30,0%), ambos muy por encima de la media nacional. Sin embargo, se observa una contracción en las viviendas terminadas libres (-11,7%, frente al +11,1% nacional) y en la superficie a construir para uso no residencial (-20,4%, frente al +40,3% en España), lo que sugiere un comportamiento desigual dentro del sector.

Un mejor 2025

Con estos datos, las perspectivas para la economía andaluza en 2025 presentan un panorama de crecimiento moderado similar a la media nacional, aunque con riesgos crecientes derivados del contexto internacional y sustentados en los mismos tres pilares fundamentales: un consumo privado que mantendrá un cierto impulso de crecimiento, un mercado laboral que continuará, aunque en menor medida, en la senda de creación de empleo, y un sector industrial resiliente aunque amenazado por un contexto internacional convulso junto con una construcción que espera en este año un mayor dinamismo, de ahí que la inversión en edificación e infraestructuras aportarán al crecimiento de la actividad económica regional.

Así, lo explicó Francisco Ferraro, quien incidió en que los primeros datos del segundo trimestre de 2025 reflejan que, una vez más, el sector turístico andaluz anticipa un ejercicio positivo, aunque posiblemente con mayores dificultades que las experimentadas en 2024. A pesar de ello, y dado el contexto internacional descrito en los párrafos anteriores, todo parece indicar que el sector exterior va a mostrar en este 2025 un comportamiento algo menos dinámico, lo que muy probablemente provocará un deterioro de la demanda externa. Es este componente de la demanda el que podría convertirse en el principal factor de vulnerabilidad para la economía andaluza.

espera un buen año para el sector agrícola, aunque inferior al registrado en 2024, pero que mantiene la senda expansiva. Este crecimiento lo asocia a un año lluvioso, aunque la incertidumbre hídrica continúa siendo un elemento de preocupación para determinadas comarcas productoras", recordó el presidente del OEA. Las exportaciones agroalimentarias, que representan un porcentaje significativo del total de ventas andaluzas al exterior, afrontan un escenario complejo marcado por la guerra comercial iniciada por Donald Trump y la competencia creciente de terceros países, especialmente en productos como el aceite de oliva, los cítricos y las hortalizas de invernadero.

Por todo ello, el panel de expertos del OEA prevé que la economía andaluza mantenga un crecimiento en línea con el de la economía española, y del mismo modo que está sustentado en la fortaleza de la demanda interna y en sectores como la industria manufacturera y la construcción. Por ello ha elevado una décima su anterior previsión y ahora proyecta un crecimiento del PIB andaluz en torno al 2,5% para 2025 y del 2% para 2026.

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