Varapalo para Apple en el caso contra Epic Games: Una jueza de EEUU la declara en desacato por no frenar sus prácticas anticompetitivas
El fallo acusa a la tecnológica de haber desobedecido conscientemente una sentencia que pretendía abrir el ecosistema de aplicaciones móviles a una mayor competencia.
Apple ganó en el primer trimestre del año 24.780 millones de dólares, un 4,8% más

Una jueza federal de Estados Unidos ha declarado a Apple en violación deliberada de una orden judicial emitida en 2021, en su enfrentamiento con Epic Games. El fallo, emitido por el Tribunal del Distrito Norte de California y firmado por la jueza Yvonne Gonzalez Rogers, acusa a la tecnológica de haber desobedecido conscientemente una sentencia que pretendía abrir el ecosistema de aplicaciones móviles a una mayor competencia.
La jueza sostiene que Apple ha desarrollado mecanismos encubiertos para seguir ejerciendo un control económico casi absoluto sobre las transacciones realizadas a través de su App Store, impidiendo en la práctica que los desarrolladores ofrezcan a los usuarios alternativas de pago más económicas y libres de comisiones abusivas.
Epic Games vs Apple
El conflicto judicial entre Epic Games -creadora de Fortnite- y Apple comenzó en 2020, cuando Epic desafió abiertamente las reglas impuestas por la App Store.
En aquel momento, Apple exigía que todas las compras dentro de las aplicaciones (las in-app purchases) se realizaran a través de su propia pasarela de pago, cobrando por ello una comisión del 30%. Epic incorporó en su app un sistema de pago propio, lo que provocó su inmediata expulsión de la tienda de Apple y dio inicio a una batalla legal que rápidamente se convirtió en símbolo del debate sobre el poder de las grandes plataformas digitales.
Tras un juicio celebrado en 2021, el tribunal dictó una sentencia de más de 180 páginas en la que reconocía que algunas de las políticas de Apple eran contrarias a la legislación de competencia del estado de California.
En particular, la jueza prohibió a Apple impedir que los desarrolladores informaran a los usuarios sobre otras formas de pago, o que los dirigieran a páginas web externas para completar compras.
La finalidad era clara: romper el monopolio de facto que Apple ejercía sobre la distribución y monetización de las aplicaciones móviles en su sistema operativo iOS.
Apple hizo cambios menores
Sin embargo, y pese a que tanto el Tribunal de Apelaciones del Noveno Circuito como el Tribunal Supremo ratificaron la sentencia, la compañía no modificó sustancialmente su conducta.
Según establece ahora el tribunal en esta nueva resolución, Apple introdujo una serie de cambios que, lejos de cumplir con el espíritu de la orden judicial, la desvirtuaron por completo.
Entre otras medidas, la empresa creó un nuevo sistema de comisiones del 27% que aplica incluso a compras realizadas fuera de la aplicación, siempre que se efectúen en los siete días posteriores a que el usuario haya hecho clic en un enlace desde la app.
Además, Apple diseñó pantallas de advertencia que desincentivan el uso de pagos externos y estableció requisitos técnicos que complican el proceso tanto para los desarrolladores como para los usuarios.
Una estrategia consciente
Ahora, la jueza Gonzalez Rogers considera que estas acciones no son fruto de un malentendido, sino de una estrategia consciente para proteger los ingresos de Apple.
Documentos internos revelan que, desde el principio, la empresa debatió cómo podía minimizar el impacto económico de la sentencia sin exponerse abiertamente a un desacato.
Pese a las advertencias de algunos directivos, como Philip Schiller, que recomendaban cumplir con la orden judicial, el consejero delegado Tim Cook optó por seguir el consejo del departamento financiero, dirigido por Luca Maestri, que priorizaba el mantenimiento del flujo de ingresos.
Mentiras bajo juramento que podrían abrir un proceso penal
El tribunal también concluye que al menos un alto ejecutivo, el vicepresidente financiero Alex Roman, mintió bajo juramento durante las audiencias, ocultando información relevante sobre el diseño de las nuevas políticas.
Como consecuencia, la jueza ha remitido el caso al fiscal federal del distrito para que valore si existen fundamentos para abrir un procedimiento por desacato penal, una medida poco frecuente pero de enorme gravedad en el sistema judicial estadounidense.
"No hay segundas oportunidades"
La resolución subraya que las órdenes judiciales no son “una negociación”, sino mandatos que deben cumplirse en su totalidad. “No hay segundas oportunidades cuando una parte desobedece de forma voluntaria una orden del tribunal”, afirma el texto.
La jueza ordena de forma inmediata a Apple cesar en todas las prácticas descritas como contrarias a la sentencia original: no podrá imponer nuevas comisiones sobre las compras externas ni limitar la comunicación de los desarrolladores con sus usuarios en lo relativo a sistemas de pago alternativos.
Las medidas impuestas por el tribunal: fin inmediato a las restricciones de Apple
En su resolución, la jueza Yvonne Gonzalez Rogers no solo concluye que Apple ha actuado de forma deliberada para incumplir la sentencia original de 2021, sino que impone una serie de medidas concretas con efecto inmediato.
El tribunal prohíbe de forma permanente a Apple, a sus directivos y empleados, y a cualquier persona o entidad que actúe en su nombre, continuar con las prácticas que han sido calificadas como anticompetitivas. Estas son las principales restricciones ordenadas por el tribunal:
- Prohibición de comisiones fuera de la app: Apple no podrá imponer ninguna comisión ni tasa sobre las compras que los consumidores realicen fuera de la aplicación, ni podrá auditar, controlar o exigir a los desarrolladores información sobre dichas transacciones.
- Libertad total en la colocación y formato de enlaces: La empresa no podrá limitar el estilo, lenguaje, formato, ubicación ni flujo de los enlaces que dirijan al usuario a sistemas de pago externos.
- Autonomía para usar botones y llamadas a la acción: Apple no podrá condicionar el uso de botones u otros elementos que inviten al usuario a realizar compras externas, ni regular su diseño o ubicación.
- Fin de las exclusiones arbitrarias: No se permitirá discriminar a ciertas categorías de desarrolladores o aplicaciones a la hora de conceder acceso a estas funciones de enlace.
- Mensajes neutrales para el usuario: Apple deberá abstenerse de utilizar advertencias o mensajes intimidatorios al usuario; solo podrá mostrar mensajes neutrales que informen de que se va a acceder a un sitio web de terceros.
- Uso de enlaces dinámicos sin restricciones: Los desarrolladores podrán utilizar enlaces que lleven directamente a páginas específicas de producto en las que el usuario ya esté autenticado, y podrán incluir información relevante para completar la compra.
Estas medidas, señala la jueza, “no requieren ninguna acción afirmativa por parte de Apple” y su aplicación es inmediata, sin posibilidad de suspensión. La decisión refleja la gravedad del incumplimiento y las múltiples estrategias dilatorias utilizadas por la compañía durante el proceso.
“Cada día desde el 16 de enero de 2024, fecha en que el Tribunal Supremo se negó a revisar el caso, Apple ha intentado interferir con la competencia y mantener un flujo de ingresos anticompetitivo”, concluye la jueza. “El tiempo es esencial. Esta orden pone fin a esa conducta”.
Una advertencia judicial con un mensaje contundente
El fallo concluye con una severa advertencia que va más allá del caso concreto y que pone de relieve la importancia del cumplimiento de las resoluciones judiciales por parte de las grandes corporaciones.
La jueza Gonzalez Rogers lanza un mensaje sin ambigüedades sobre el comportamiento de Apple durante el proceso: "Apple eligió deliberadamente no cumplir con esta orden judicial. Lo hizo con la intención expresa de crear nuevas barreras anticompetitivas que, por diseño y en la práctica, mantuvieran una fuente de ingresos valiosa; una fuente de ingresos que ya fue declarada anticompetitiva".
"Pensar que este tribunal toleraría tal insubordinación fue un error de cálculo gravísimo. Como ocurre siempre, el encubrimiento solo empeoró las cosas. Para este tribunal, no hay un segundo mordisco a la manzana".
La resolución, además, subraya la arrogancia con la que actuó la compañía tecnológica, al asumir que podría burlar al tribunal sin consecuencias: "Pensar que este tribunal toleraría tal insubordinación fue un error de cálculo gravísimo. Como ocurre siempre, el encubrimiento solo empeoró las cosas".
Y cierra con una frase lapidaria, cargada de simbolismo, que juega con el doble sentido del nombre de la empresa demandada: "Para este tribunal, no hay un segundo mordisco a la manzana".
El futuro
La directora sénior de comunicaciones corporativas de Apple, Olivia Dalton, envió un comunicado a The Verge en el que asegura que "estamos en total desacuerdo con la decisión. Cumpliremos la orden del tribunal y apelaremos".
Mientras, el máximo responsable de Epic Games, Tim Sweeney, dijo que, tras esta sentencia, la compañía volverá a llevar Fortnite a la App Store de Estados Unidos "la semana que viene".
Sweeney también ofrece una "propuesta de paz": "Si Apple extiende el marco sin fricciones y sin impuestos de Apple del tribunal a todo el mundo, devolveremos Fortnite a la App Store en todo el mundo y abandonaremos los litigios actuales y futuros sobre el tema".
Este nuevo capítulo judicial plantea un serio desafío a la reputación de Apple y reaviva el debate sobre el alcance del poder corporativo en la era digital.
Aunque la empresa ha defendido históricamente que su ecosistema cerrado garantiza seguridad y calidad para los usuarios, los tribunales estadounidenses han comenzado a trazar líneas rojas frente a políticas que, bajo esa premisa, consolidan una posición dominante difícil de disputar.
A medio plazo, esta resolución podría tener implicaciones más amplias para el conjunto del sector tecnológico, sobre todo si se multiplican las demandas por parte de desarrolladores independientes o empresas que operan en condiciones similares.
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