Muere a los 103 años Margot Friedlander, una de las últimas supervivientes del Holocausto
La superviviente del Holocausto ha dedicado su vida a preservar la memoria histórica contra el extremismo
Lo que hace único el Holocausto

La superviviente del Holocausto Margot Friedlander ha muerte este viernes a los 103 años de edad, según ha confirmado la fundación que lleva su nombre.
Friedlander, una de las últimas testigos vivas de los horrores perpetrados por el régimen nazi, dedicó sus últimos años a compartir su testimonio para evitar que la historia se repitiera.
"Su voz de silencia, su legado permanece"
Nacida en 1921 en el seno de una familia judía, Friedlander fue capturada a los 20 años y deportada al campo de concentración de Theresienstadt, en la actual República Checa.
Mientras ella sobrevivió al cautiverio, su madre y su hermano fueron asesinados en las cámaras de gas de Auschwitz, una pérdida que marcó profundamente su existencia y su posterior labor testimonial.
80º aniversario de la liberación de Auschwitz
El pasado enero, con motivo del 80º aniversario de la liberación de Auschwitz, Friedlander recibió un emotivo homenaje en reconocimiento a su incansable labor como transmisora de memoria.
Durante el acto, la centenaria activista recordó que son precisamente los supervivientes quienes "saben qué sucedió y cómo fue" y no dudó en alertar sobre el preocupante auge del extremismo y los discursos de ultraderecha en Europa.
"Tengan cuidado. No lo hagan. Respeten a las personas, eso es lo más importante", fueron algunas de sus últimas palabras públicas.
Una vida dedicada a la memoria histórica
Tras la liberación, Friedlander emigró a Estados Unidos, pero decidió regresar a Alemania décadas después para contribuir activamente a la educación de las nuevas generaciones.
A través de charlas, encuentros y su testimonio personal, la superviviente se convirtió en una voz fundamental contra el negacionismo y a favor de la preservación de la memoria histórica.
Su legado perdurará a través de la Fundación Margot Friedlander, que continuará con la labor de concienciación y educación que ella inició, en un momento en que los últimos testigos directos del Holocausto están desapareciendo por causas naturales, lo que plantea nuevos retos para la transmisión del conocimiento histórico sobre uno de los episodios más oscuros del siglo XX.
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