Trump oxigena a Sánchez

Trump puede ser a Sánchez en lo pequeño lo que Eisenhower fue a Franco en lo grande. Pero al revés. El mandato de Eisenhower (1953-1961) fue clave en la legitimación del dictador dentro de las estrategias de la Guerra Fría en una escalada que fue de los pactos de Madrid en 1953 –ayuda económica y militar, establecimiento de cinco bases estadounidenses– a la entrada en la ONU en 1955 y la culminación de la visita de propio Eisenhower en diciembre de 1959. Fue la aplicación de la famosa doctrina Roosevelt en lo que a la relación con dictadores se refiere: “Sí, es un hijo de puta, pero es nuestro hijo de puta” dijo Franklin Delano de Somoza.

Trump ha dado oxígeno a Sánchez al revés: sus ataques no valen tanto como el apoyo de Eisenhower, pero ayudan. En una estrategia a la vez de supervivencia agónica, pagando tributo a sus compañeros de Gobierno y apoyos de extrema izquierda, y de formar ruido para tratar de ahogar el estruendo del tsunami de corrupción, desde su refugio de la Moncloa –¿cuántas veces, maquillaje de por medio, va a representar el numerito del doncel doliente?– ha lanzado su misiva al secretario general de la OTAN, negándose a asumir el objetivo de destinar el 5% del PIB a gasto militar en la próxima década, aduciendo que “no solo sería irrazonable, sino también contraproducente” porque implicaría un aumento del gasto público que debería ser financiado con un incremento de los impuestos y un recorte de los servicios públicos. Contra las armas, contra la subida de impuestos y contra el recorte de lo público. Hospitales y escuelas frente a misiles y drones. Perfecto. Se pone al frente de los opositores nacionales y europeos al 5% como adalid de la socialdemocracia, príncipe de la paz, garante de los servicios públicos y defensor de la ciudadanía acribillada a impuestos.

Por si no bastara, Trump ha cargado contra él: “La OTAN va a tener que lidiar con España… Siempre ha pagado muy poco… Tiene que pagar lo que todos los demás tienen que pagar”. Y nada dignifica más que ser atacado por un vacaburro indigno. Trump al rescate de Sánchez. A ver si el ruido de la oposición en la OTAN y la bronca con Trump acallan en lo posible el estruendo de la corrupción, no estallan más informes y llega la relajación vacacional. Paso andado, paso ganado.