
La aldaba
Carlos Navarro Antolín
¿Atontados más de la cuenta por el calor?
La aldaba
El profesor Manuel Marchena, icono homologado del concepto del pos-poder, lleva a gala un lema que debería figura en la heráldica de cualquier ciudad con ambición productiva y planes de futuro de acuerdo con un modelo y una estrategia definidos: “Voluntad, esfuerzo, autorresponsabilidad y ningún espacio a la procastinación”. Las cosas hay que idearlas y hacerlas, los proyectos deben ser ejecutados en plazo, los planes deben contar con un seguimiento. En Sevilla estamos acostumbrados a que alguien cada mañana nos ventee el humo de alguna ocurrencia, nos prometa la escalada al Everest sin esfuerzo y el Vellocino de Oro de calles con aire acondicionado. Asumimos con la mayor naturalidad una costumbre que nos sitúa a a cada ciudadano como ingenuos y potenciales compradores de enciclopedias de los años ochenta, cuando aquellos esforzados vendedores soltaban un discurso rematado hasta con gracia:“Oiga, viene con las letradas doradas en el lomo, así le luce en el salón”. Hay saludables excepciones que confirman que siempre quedan quienes tienen iniciativas, buscan el presupuesto, tramitan con paciencia los permisos ante las mil ventanillas debidas y, al final, ejecutan el proyecto. Cero procastinación, cero indolencia, cero pereza. Así lo comprobamos el otro día al disfrutar con el catamarán de la compañía City Sightseeing en fase de pruebas en las aguas de la dársena del Guadalquivir. Qué maravilla ver hecho realidad aquello que anunciamos justo en mayo de hace un año: el sueño de Enrique Ybarra después de poner en marcha sus autobuses turísticos en decenas de ciudades repartidas por todo el mundo.
Los catamaranes turísticos en Sevilla eran una de las ilusiones de su hermano Ramón, que el Día de San Fernando será homenajeado con el reconocimiento de Hijo Predilecto a título póstumo. Los éxitos no son nunca por casualidad, hay siempre una elevada dosis de esfuerzo, el riesgo inevitable al que siempre aludía Pepe Moya, la fuerza de un carácter emprendedor y la determinación del que no se conforma ni con cualquier resultado ni con el mero hecho de llegar a la cima. La oferta de cruceros turísticos será más amplia. Ganan la ciudad y el río. Ojalá algún día Enrique Ybarra nos prometiera sombra en la Avenida, porque llevamos cuatro alcaldes... Cuatro. Y no hay manera. Hay que seguir llevando gorrita, pañuelo y botella de agua. Los sevillanos somos abnegados, como los de la cofradía de las vísperas del Domingo de Pasión. Y siempre de esperanza, sobre todo en quienes cumplen la palabra y enriquecen la ciudad.
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