La ampliación de la Feria ya fue presentada en los años 1999 y 2000
Sanz anunció la misma propuesta que Soledad Becerril, Monteseirín y Juan Ignacio Zoido plantearon durante sus mandatos
Las diferentes opciones que se han barajado para ampliar la Feria de Sevilla

Una historia del siglo pasado. La Feria se trasladó en 1973 desde el Prado de San Sebastián hasta Los Remedios ante la demanda de casetas. Al menos desde los noventa del siglo pasado los diferentes alcaldes han planteado la posible ampliación del real o, incluso, su traslado a otra zona de la ciudad. Ahora el alcalde de Sevilla retoma una idea ya presentada en 1999 y en el año 2000. Entonces se pensaba que la creación de una vía nueva, retranqueando la calle del infierno, podría acoger a 65 nuevas casetas además de crear una zona para 900 cuadras y una pista para los coches de caballos.
Una propuesta que Juan Ignacio Zoido incluyó como promesa electoral en 2011 y rescató durante su mandato en 2014, pero que no hizo. Entonces el coste del proyecto se cifró en 10 millones de euros. Ahora, José Luis Sanz anuncia que por esta ampliación se pagará con un canon anual de 2,9 millones, un dinero que saldrá de las tasas que el Ayuntamiento recibe por las casetas.
La superficie prevista para entonces era mucho mayor que la anunciada por Sanz para la Feria de 2027. Mientras que en noviembre de 2000 la superficie era de 55.000 metros cuadrados, ahora son 20.000. Entonces, se incluía una pista para las competiciones de coches de caballos y 900 cuadras y en el anuncio realizado por José Luis Sanz, ahora a las 220 casetas se añadirán las cocheras de caballos y los aparcamientos.
Está claro que el tema recurrente de la ampliación de la Feria vuelve cada primavera como las amapolas. Esta vez, José Luis Sanz, igual que hizo el anterior alcalde del PP, Juan Ignacio Zoido, y previamente Soledad Becerril(PP) y Alfredo Sánchez Monteseirín (PSOE), ha anunciado la ampliación en 200 casetas aprovechando el retranqueo de la calle del infierno. De este modo, el límite entre la zona de las casetas y la de los cacharritos ya no será la calle Costillares, sino que a partir de aquí habrá 20.000 metros cuadrados para 200 casetas. Entonces, el coste de esta operación se cifró en 10 de millones de euros, ahora,
Esta ampliación, que es “la reforma más importante que se acomete desde su traslado desde el Prado de San Sebastián a Los Remedios, en 1973”, según Sanz, contará con 220 nuevas casetas en el área de 20.000 metros comprendida entre la calle Costillares y las avenidas de Juan Pablo II y Alfredo Kraus.
El alcalde advierte de que la calle del infierno no sufrirá recorte alguno con este proyecto, se instalarán las mismas atracciones con una reoptimización del espacio. Esto significa que habrá nuevas calles “a las que ya se estudiará qué nombre se pondrá”. El acceso a las nuevas casetas se decidirá por estricto orden de antigüedad en las listas de espera que gestiona la delegación de Fiestas Mayores. Actualmente hay 1.584 solicitudes en espera.
El plan tiene tres fases. En este mes y hasta abril de 2026 se hará la tramitación del expediente, que fue presentado el pasado viernes ante la Gerencia de Urbanismo. Será el momento de la redacción del pliego, exposición pública, presentación de ofertas y adjudicación definitiva, que se hará, aproximadamente, entre mayo y noviembre de 2025. Desde el Ayuntamiento esperan que la redacción del proyecto definitivo y aprobación por la Gerencia Municipal de Urbanismo será antes de abril de 2026.
La segunda fase, la correspondiente a las obras de urbanización de las nuevas calles para que se puedan instalar las casetas, comenzará cuando termine la Feria de 2026, a partir de mayo, y durará hasta febrero de 2027, dos meses antes de la nueva edición, para permitir el montaje de las nuevas casetas. Para la Feria de 2027 los cacharritos estarán en un emplazamiento provisional al este del real, que estará completamente terminado para la Feria de 2028, incluidos los aparcamientos y un recinto para las cocheras de caballos.
La obra se realizará mediante colaboración público-privada. El concurso establecerá una concesión por 28 años en los que el Ayuntamiento pagará un canon anual de 2,9 millones. Esta cantidad se compensa con el ingreso de las nuevas tasas y la concesionaria asumirá el mantenimiento. Hay que tener en cuenta que estos terrenos son de propiedad estatal. Se ha hecho ya una petición formal de cesión de los terrenos y “hay buena predisposición”.
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