Obispos españoles defienden la dignidad de todas las personas tras las declaraciones de Reig sobre la discapacidad

La Comisión para la Evangelización de la CEE subraya el valor de cada ser humano

El obispo emérito Reig Pla asocia la discapacidad con "el pecado y el desorden de la naturaleza"

El Arzobispo de Valladolid y presidente de la Conferencia Episcopal Española, don Luis Argüello
El Arzobispo de Valladolid y presidente de la Conferencia Episcopal Española, don Luis Argüello / Agencias

Los obispos de la Comisión para la Evangelización, Catequesis y Catecumenado de la Conferencia Episcopal Española (CEE) han reafirmado "el valor" y "la dignidad" inherente a toda persona humana, en respuesta a las controvertidas declaraciones del obispo emérito de Alcalá de Henares, Juan Antonio Reig Pla, quien relacionó "la discapacidad física, intelectual o psíquica" con una "herencia del pecado", afirmaciones por las que posteriormente pidió disculpas.

El obispo emérito de Alcalá de Henares Juan Antonio Reig Pla
El obispo emérito de Alcalá de Henares Juan Antonio Reig Pla / Efe

Esta postura de la CEE llega después de que las palabras del obispo emérito provocaran una denuncia ante la Fiscalía por parte del Ministerio de Derechos Sociales.

A través de su Área para las personas con discapacidad, la Conferencia Episcopal ha manifestado su voluntad de ser "reflejo del rostro materno de la Iglesia que reconoce, protege, acompaña y promueve" a las personas con discapacidad.

Los prelados emiten un comunicado

"Desde aquí alentamos y agradecemos todo servicio a las personas con discapacidad y agradecemos, como no, a las personas con discapacidad su vida, espíritu de lucha, su entrega, su capacidad de amar y ser amadas", señalan los prelados en su comunicado oficial.

En su reflexión, los obispos abordan la cuestión fundamental: ¿Por qué existe el mal y el sufrimiento en el mundo?

La respuesta teológica, explican, se encuentra en el concepto del "pecado original", por el cual "la naturaleza humana quedó debilitada, sometida a la ignorancia, al sufrimiento, dominada por la muerte e inclinada al mal".

Este marco conceptual explica la asociación tradicional entre enfermedad y pecado, particularmente presente en textos del Antiguo Testamento.

"Solo desde esta perspectiva puede vincularse la enfermedad al pecado, en tanto que este afecta existencialmente a todo ser humano y abre nuestra vida al amor de Jesucristo, en quien somos sanados y salvados", aclaran los obispos, subrayando que todos, "a pesar de la fragilidad de nuestra existencia, gozamos de una dignidad infinita e inalienable".

El compromiso con las personas más vulnerables

Los prelados acompañan su declaración recordando el reciente documento "Dignitas infinita" de la Congregación para la Doctrina de la Fe (2024), que "reafirma y confirma absolutamente la dignidad ontológica de cada hombre y de cada mujer".

Destacan positivamente que la sociedad actual haya desarrollado "una sensibilidad especial hacia los más débiles" y un compromiso efectivo "del cuidado hacia los más frágiles".

Citando al papa Francisco, los obispos subrayan la importancia de reconocer en cada persona con discapacidad, "incluso con discapacidades complejas y graves", una contribución única al bien común a través de su biografía personal.

"Es nuestra tarea dar voz a quienes son discriminados por su discapacidad", afirman, recordando que la Iglesia materializa esta atención mediante centros educativos, parroquias y diversos organismos eclesiales que atienden a personas en situación de vulnerabilidad.

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