El 'sorpasso' de Zaragoza a Sevilla: Desbancada por "la ciudad de los 7 minutos"

Expertos ofrecen las claves del crecimiento de población de Zaragoza, que supera por primera vez a Sevilla

El 'sorpasso' de Zaragoza a Sevilla excluye a la población de su área metropolitana

Vista panorámica de Zaragoza.
Vista panorámica de Zaragoza. / D. S.

La ciudad de los siete minutos. Así se define Zaragoza, capital que con 691.037 habitantes cuenta con tres equipamientos estructurantes -centros de salud, zonas verdes, equipamientos deportivos y espacios culturales- en menos de 300 metros. Se trata de una de las puntas de lanza de la urbe que, de seguir los pasos que está dando, superará a Sevilla en el número de empadronados a final de año. No es la única razón. Su posición estratégica entre Madrid y Barcelona, la apuesta por diversificar las actividades productivas y el espacio para construir más viviendas motivan que el sorpasso esté a la vuelta de la esquina.

Este periódico se ha puesto en contacto con investigadores de la Cátedra Territorio, Sociedad y Visualización Geográfica y Grupo de Estudios en Ordenación del Territorio (GEOT), impulsada por la Universidad y el Ayuntamiento de Zaragoza, para profundizar en el crecimiento poblacional de la capital de Aragón y ahondar en las oportunidades que la ciudad del Ebro ha sabido aprovechar, los desafíos que ambas urbes tienen por delante y sus grandes diferencias. Al frente está Ángel Pueyo Campos, que trabaja junto con los investigadores Sergio Valdivieso Pardos, Raúl Postigo Vidal, Carlos López Escolano.

“No es tan importante crecer en números, sino convertirte en una ciudad que sea referente en calidad de servicios”, explica Pueyo. El investigador pone como ejemplo –sin entenderlo como una comparativa respecto a Sevilla y Zaragoza– las ciudades de Marsella y Zúrich. La primera es la segunda gran urbe de Francia después de París, “pero tiene muchas tensiones y desigualdades”. Sin embargo, la ciudad suiza, a pesar de ser más pequeña, “es un centro de decisión y tecnológico de primer nivel”.

Vista panorámica de Sevilla.
Vista panorámica de Sevilla. / D. S.

Volviendo al sorpasso nacional, es importante entender los antecedentes históricos y sociales que nos conducen al presente. A juicio del experto, “Sevilla ha tenido una tradición histórica mucho más importante” con un enorme “papel administrativo y de gestión territorial”. Zaragoza “se consolida y empieza a crecer de manera relevante desde principios del siglo XX pasado” debido a los procesos de “industrialización”. Además, la llegada del ferrocarril convierte a la capital de Aragón en “un nudo estratégico” entre espacios que “comienzan a tener un importante desarrollo”. Sin embargo, el aumento más relevante en la población de la ciudad del Ebro no llega hasta los años 60 coincidiendo con diferentes procesos migratorios internos. A diferencia de Andalucía –cuyo éxodo poblacional se dirigió principalmente hacia Cataluña, Madrid o el País Vasco–, Zaragoza absorbió población del entorno más cercano: el medio rural aragonés, Navarra, La Rioja y Soria. De hecho, se llegó a decir que era “la ciudad más importante de Soria”.

¿Qué pasa en el siglo XXI?

A partir de los años 90, se producen dos fenómenos diferentes: en Sevilla, un “proceso metropolización”, es decir, “toda una serie de municipios del entorno empiezan a crecer en función de la demanda” de vivienda “porque los límites administrativos de la urbe son bastante pequeños”. Sin embargo, en Zaragoza, señala Pueyo, “podemos seguir creciendo porque nuestros límites son mucho más amplios”.

Por este motivo, desde que arrancó el presente siglo, “Zaragoza sigue expandiéndose e incluso mantiene un pequeño repunte” frente a una Sevilla que se ve envuelta en un “proceso de turistificación” que se ha acelerado en los últimos años y se ha intensificado con las mejoras en las conexiones ferroviarias y aéreas.

Movilidad

La apuesta de la capital hispalense por la movilidad, indica el experto, no solo es reseñable respecto al exterior. También en relación con el área metropolitana. "El tranvía, el metro, las redes de autobuses, la mejora de las autopistas y las intercomunicaciones hacen que sea más fácil moverse entre el área metropolitana y el centro de la ciudad", apunta Pueyo y hace especial hincapié en que, a pesar de los atascos, este hecho "favorece que una parte de la población salga hacia afuera".

No se queda atrás la capital de Aragón. Con conexiones de alta velocidad hacia Madrid y Barcelona, y planes para mejorar los ejes ferroviarios hacia Valencia, Sagunto, el País Vasco y Francia, la ciudad se encuentra en una posición privilegiada. Además, su aeropuerto, aunque modesto en tráfico de pasajeros, es uno de los principales "de carga" aérea del país. "¿Por qué no tenemos tantos movimientos de pasajeros? Porque en menos de dos horas estamos en un aeropuerto internacional como es el de Madrid", indica el investigador. Uno de sus puntos débiles, de hecho, es la escasa conectividad para "captar trabajadores de alto valor como nómadas digitales".

Un hombre espera el autobús en la parada del Prado de San Sebastián.
Un hombre espera el autobús en la parada del Prado de San Sebastián. / ROCÍO RUZ / EUROPA PRESS

La vivienda social y las desigualdades de los barrios

Otro de los puntos principales es la vivienda. Mientras el espacio libre en Zaragoza ha favorecido la construcción de edificios de protección oficial en barrios como Valdespartera, Arcosur y Rosales del Canal, “mucha de la vivienda social en Sevilla se ha levantado a las afueras” provocando un “proceso de vaciamiento de las unidades familiares más pequeñas”. Gran parte de la culpa del sorpasso la tiene que los núcleos con más hijos se vean obligados a salir fuera del entorno municipal de la capital hispalense.

“Si consideramos el entorno metropolitano de Sevilla, de Bilbao, de Valencia y, por supuesto, de Málaga a lo mejor los zaragozanos no podríamos hablar de que somos la cuarta ciudad de España”, manifiesta el investigador y da especial relevancia al contexto que ha detallado para este reportaje.

Varios vecinos pasan por delante del grafiti dedicado a Camarón en el Polígono Sur.
Varios vecinos pasan por delante del grafiti dedicado a Camarón en el Polígono Sur. / Jose Manuel Vidal / EFE

Por otro lado, a diferencia de otras ciudades donde la población vulnerable es expulsada a la periferia, Zaragoza ha mantenido barrios de clase media dentro de su término municipal: “Es un colchón muy interesante con enorme capacidad de resiliencia, de adaptación y transformación”, explica Pueyo, quien valora que la falta de una polarización “entre grandes ingresos y población más frágil” ha permitido que “barrios más sencillos hayan mantenido su población”. Algo que, a su juicio, no sucede en Sevilla, cuyos barrios más humildes no han visto un proceso de renovación.

Un modelo económico diversificado

Mientras Sevilla ve en el turismo a su caballo ganador, Zaragoza pone los huevos en diferentes cestas para diversificar su economía. Desde principios de siglo, apuesta por la industria textil, la de fabricación de material ferroviario, la de los electrodomésticos, la agroalimentaria y la química. “Y en estos últimos años se está apostando en estos últimos dos años por lo que serían eh los centros de datos” con iniciativas centradas “en transformar el campus Río Ebro en un tecnoparque vinculado a la Universidad de Zaragoza en el que se integren empresas que trabajen en el sector tecnológico”. En definitiva, apunta que “estamos en una fase de cambio”.

La falta de un relato

Pero no todo son luces en la ciudad bañada por el Ebro. El investigador pone de manifiesto que "nos falta un relato". Sevilla tiene el suyo a través de "la Semana Santa, la Feria de Abril y el propio carácter andaluz" que muchas veces refuerzan ese "ideario que tienen los extranjeros". "A nosotros nos falta ese relato, tenemos a la Virgen del Pilar, sí, pero poco más", reflexiona Pueyo y argumenta que "la gente pasa el fin de semana y se marcha".

El real de la Feria de Abril.
El real de la Feria de Abril. / Juan Carlos Vázquez

En busca de la felicidad

No obstante, indica que lo principal es “aprender de una ciudad y de otra”. “Siempre digo que Zaragoza es una ciudad de casi 700.000 habitantes que piensa como una de 50.000”, señala el experto. Servicios en siete minutos, desarrollo de infraestructuras, viviendas en la propia metrópoli, diversificación de la economía y una búsqueda constante del equilibrio entre calidad de vida y expansión. Por decirlo de un modo simple y claro: lo más importante no es “crecer por crecer”, sino “que la gente sea feliz”. Ese es el gran secreto.

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