Profesores de Filosofía cuestionan el nuevo examen de Selectividad: "Ni los mejores columnistas de la prensa lo harían"

La Selectividad de 2025, que se celebrará la próxima semana, será la de los nuevos exámenes adaptados a la Lomloe, la ley educativa del Gobierno de Pedro Sánchez. Importantes cambios que han sido contestados por distintos sectores de la enseñanza. Entre ellos se encuentran los profesores de Filosofía, que han enviado un escrito a la Consejería de Desarrollo Educativo y FP y a la de Universidades pidiéndoles que intervengan para lograr una prueba para esta asignatura "más equitativa, justa y coherente con los objetivos didácticos propuestos". Entre las modificaciones introducidas se encuentra una disertación que, en palabras de algunos docentes, "ni siquiera los mejores columnistas profesionales en la prensa española podrían hacerlo".

A los nervios propios de los estudiantes en vísperas de la Selectividad se suma este año la incertidumbre por los nuevos exámenes, sensación que también comparten los profesores, ante la tardanza en contar con un modelo de examen (la Junta los envió bien entrado el otoño) y las directrices poco claras que existen en varias asignaturas. Una de ellas es Historia de Filosofía, cuya prueba se realizará la primera jornada de la PAU (el martes 3 de junio). Esta materia es optativa frente a la de Historia de España.

Ante esta situación, 217 profesores andaluces han firmado un escrito enviado a las consejerías que dirigen María del Carmen Castillo y José Carlos Gómez Villamandos, respectivamente, en la que muestran su preocupación por el nuevo modelo de examen. En esta reclamación se pide "una prueba más equitativa, justa y coherente con los objetivos didácticos propuestos por la Administración educativa competente".

Entre sus argumentaciones se incide en que "la prueba actual es excesivamente larga y desproporcionada en relación al tiempo disponible, una hora y media". "Si, como se ha manifestado desde las autoridades educativas, el objetivo del nuevo modelo es superar un enfoque memorístico en favor de otro más reflexivo y crítico, resulta contradictorio que la extensión y complejidad actual del examen impidan al alumnado pensar adecuadamente sus respuestas y realizar una reflexión pausada y profunda sobre los textos y preguntas planteadas", abunda el escrito.

Las disertaciones

Otra novedad que cuestionan los profesores de Filosofía es la estructura del examen. Señalan el apartado 3.1 de la prueba, el de la comparación entre épocas filosóficas. "Este apartado requiere una madurez intelectual y una perspectiva global de la historia del pensamiento filosófico que excede ampliamente las posibilidades reales de nuestros estudiantes y del tiempo material del que se dispone para su preparación", lamentan estos profesionales, quienes consideran que "la eliminación de dicho apartado permitiría un trabajo más profundo en el aula, centrado especialmente en la calidad de las disertaciones filosóficas, verdadero objetivo competencial del actual modelo de prueba".

En este punto, Adolfo Iglesias, uno de los profesores firmantes, en declaraciones a Diario de Sevilla, precisa que "para la disertación filosófica apenas han puesto un ejemplo tópico sobre cuál será la pregunta". "Esta incertidumbre es un disparate. El tiempo que dan es otro disparate. Se les exige a adolescentes de 17 años que hagan un pequeño ensayo de 400 palabras con referencias filosóficas en un periodo de tiempo imposible si no tenemos en cuenta el resto del examen. Ni siquiera los mejores columnistas profesionales en la prensa española podrían hacerlo", critica.

La "desventaja horaria" de Historia de Filosofía en el segundo curso de Bachillerato supone otra de las quejas de este colectivo. Recuerdan que esta asignatura cuenta sólo con tres horas semanales frente a las cuatro de Historia de España, "materia con la que competimos debido a la optatividad cerrada en la prueba PAU". Para los profesores firmantes, "esta desigualdad implica un perjuicio objetivo para los estudiantes que eligen nuestra asignatura".

Más autores y textos

Una carga horaria insuficiente para el aumento de autores y contenidos en el nuevo currículo de Historia de la Filosofía. "Esta situación genera dificultades prácticas y académicas evidentes", detalla el escrito, donde también se pone de manifiesto "la falta de claridad y coordinación en los criterios de evaluación entre las distintas ponencias del Distrito Único Andaluz (DUA)". "Observamos una preocupante ausencia de criterios comunes claros y explícitos para la corrección de los exámenes, así como una carencia de modelos concretos orientantivos", abunda el manifiesto.

Por todos estos motivos, los profesores exigen reducir la extensión de los textos del examen, suprimir el apartado 3.1 de comparación entre épocas filosóficas -o en su defecto, dar indicaciones claras y precisas sobre este ejercicio-, adecuar la extensión y complejidad de la prueba a la hora y media de duración (especialmente si se tiene en cuenta que es un formato totalmente novedoso para los alumnos) y clarificar y mejorar la coordinación y transparencia de los criterios y modelos orientativos.