Fin a una pesadilla de diez años para seis policías nacionales en Sevilla
Los seis agentes fueron denunciados en 2015 por un supuesto robo de tabaco en una tienda de la Macarena y pasaron tres años suspendidos
El Supremo inadmite el recurso de la denunciante contra la sentencia que absolvió a los policías

Seis policías nacionales del distrito Macarena podrán por fin pasar página al caso que más dolores de cabeza les ha provocado en sus carreras. En mayo de 2015, los agentes llevaron a cabo una inspección contra la venta de tabaco de contrabando en una tienda de la Ronda de Pío XII. La dueña del negocio, a la que se encontró tabaco ilegal, los denunció por haberle robado supuestamente más de 17.000 euros en metálico que había en el local.
Se inició entonces un tortuoso proceso que llevó a los policías incluso a pasar más de tres años suspendidos de empleo y sueldo. Tras múltiples vaivenes, en los que el juzgado de instrucción llegó a archivar el caso pero luego se reabrió, el asunto llegó a juicio en la primavera de 2023, con los policías sentados en el banquillo de los acusados como presuntos autores de un delito de hurto y otro de falsedad documental por una supuesta manipulación del acta de la inspección.
La Audiencia Provincial de Sevilla los absolvió y dedujo testimonio contra la tendera, a la que mandó investigar, junto con su marido y una amiga que declararon durante la vista. Con un testimonio falso, según la sentencia. La denunciante presentó un recurso de casación ante el Tribunal Supremo contra esta resolución de la Sección Séptima de la Audiencia de Sevilla. Ahora, dos años después de la última novedad del caso, el Alto Tribunal acaba de pronunciarse y no ha admitido el recurso de la vendedora. Con esta decisión, teóricamente el caso llega a su fin tras más de diez años de pesadilla para los seis policías, alguno de los cuales ya está incluso fuera del cuerpo.
En un auto al que ha tenido acceso este periódico, la Sala de lo Penal del Tribunal Supremo dispone que no ha lugar a la admisión del recurso por varios motivos, entre otros que la Audiencia de Sevilla hizo una valoración de la prueba ajustada a las "reglas de la lógica y a las máximas de la experiencia, por lo que merece su refrendo". Pero también apunta a que podría haberlo inadmitido porque el escrito del recurso "se aparta de las mínimas exigencias formales establecidas", pues argumenta tres motivos que luego no desarrolla o lo hace "entremezclando argumentos y cauces".
A pesar de ello, la Sala entra en la materia y revisa la sentencia de la Audiencia para considerar que ésta es válida. Dice el Alto Tribunal que la prueba aportada por la acusación, consistente en la grabación de las cámaras de seguridad del establecimiento, "no revelaba ningún acto concreto e inequívoco de apoderamiento ni el momento y forma en que supuestamente se produjo dicha sustracción". Igualmente, recuerda que la denunciante vendía efectivamente tabaco de contrabando en su local, y así se le incautó.
Niegan los jueces que los seis policías se pusieran de acuerdo para apropiarse de dinero alguno durante la inspección y "en ningún caso se pudo establecer la existencia de una banda organizada", pues ni siquiera los agentes se llevaban bien entre ellos. El registro surgió a raíz de la información que tenía uno de ellos, al que le había llegado que en la tienda se vendía tabaco ilegal. Sobre la inspección en sí, el oficial al mando dispuso a tres agentes a buscar el tabaco, mientras que él mismo y los otros dos contaron el dinero. En los vídeos se observa a los agentes manipulando varias bolsas, pero éstas se quedan en el mostrador y en poder de la denunciante, ya que no se le intervino, "llegando incluso a ofrecer una bolsa para ir guardando los billetes y gomillas para organizarlos y pudiendo hablar libremente por teléfono".
En el visionado sí aparece que uno de los policías se guarda en el bolsillo trasero del pantalón una bolsa verde, pero dice la sentencia que el propio agente explicó que "salió con el dinero hasta la puerta del establecimiento, tratando de presionar al marido de la denunciante para que revelase el origen de dichas cantidades de dinero y la ubicación de ciertas naves o almacenes de gran tamaño, donde el agente tenía información y fundadas sospechas de que se encontraban los depósitos de tabaco de contrabando". Tanto él como su compañero indicaron que devolvieron el dinero al dueño.
La sentencia recuerda que las imágenes de las cámaras muestran la manipulación y el recuento del dinero una vez que se marcharon por los policías, pues aparecía (esto no se vio hasta bastante avanzada la fase de instrucción, cuando la Policía Científica pudo extraer la grabación al completo y no editada) una mujer que se guardaba parte del dinero en el pecho. Con este fallo del Supremo, se agota la vía judicial para unos agentes que se han sentido perseguidos y condenados previamente, pues pasaron más de tres años suspendidos de empleo y sueldo nada más ser denunciados y pese a que después han ido ganando el caso en todas las instancias judiciales.
Satisfacción entre las defensas por el "final del calvario"
Los abogados de los policías han mostrado su satisfacción por esta decisión del Tribunal Supremo que pone fin al calvario de los agentes. Así, el abogado Javier Carnerero ha manifestado que "el tiempo pone a cada uno en su sitio…. Policías absueltos que fueron suspendidos provisionalmente de sueldo por la ligereza en la investigación interna de la denuncia. ¿Y ahora qué? ¿Cómo se puede resarcir a estos policías de tantos años de sufrimiento? ¿Alguien se va hacer responsable del daño causado?", se ha cuestionado.
Por su parte, el letrado Manuel Manzaneque ha afirmado que tras "más de 30 meses de suspensión de empleo y sueldo con lo mínimo para poder alimentar a sus hijos y tras años de calvario, esperando la resolución final de este asunto, alguien debería plantearse quien vigila a los vigilantes, porque los miembros del grupo de asuntos internos de aquella época podían haberle evitado tanto dolor a sus propios compañeros y a sus familias. Y podían haberlo hecho simplemente viendo la grabación de las cámaras de seguridad hasta el final en el cual se podía comprobar como el dinero que la denunciante decía que le habían robado los policías, se lo estaba metiendo en el sujetador la amiga que aparece en dicha grabación", ha precisado.
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