La Virgen de la Amargura recorre las calles de Sevilla en su traslado hacia las Hermanas de la Cruz

Los 39ºC que marcaban el termómetro pasadas las siete de la tarde de este viernes no han impedido que decenas de devotos se agolparan a las puertas de San Juan de la Palma. Era una jornada especial para la Hermandad de la Amargura, que en este 2025 celebra el 300 aniversario de su estancia en la calle Feria. Con este motivo, la corporación del Domingo de Ramos ha programado un programa de actos que tendrán su colofón final este fin de semana, con dos salidas de la dolorosa que quedarán grabadas en la memoria de sus hermanos.

A las 19.20 horas, la Virgen de la Amargura asomaba el dintel de la iglesia de San Juan de la Palma, dando inicio a su traslado en vía lucis hacia el convento de las Hermanas de la Cruz. La dolorosa, acompañada por la escolanía de María Auxiliadora, lucía para la ocasión el enriquecimiento de su manto azul de camarín, una obra diseñada por Antonio Castro del Pozo y ejecutada por las Hermanas Rama de Brenes.

Este traslado supone una cita histórica: veintidós años después de su última estancia en el convento —entonces por la canonización de Santa Ángela de la Cruz—, la imagen vuelve a ser acogida por las religiosas, hermanas honorarias de la corporación. En esta ocasión, el gesto cobra un sentido aún más profundo al coincidir con el año jubilar por el 150 aniversario de la fundación de la Compañía de la Cruz.