El "Betis Alé", versión Breslavia

Breslavia (Polonia)/“Betis Alé, Betis Alé, tienes que ganar la copa, a Plaza Nueva hay que volver”. El himno de continuidad creado por la afición del Real Betis Balompié para el camino hacia la Copa del Rey de 2022, cuando derrotó en la final del Estadio de la Cartuja al Valencia en los penaltis, volvió a sonar con fuerza en las calles de Breslavia desde primeras horas de la mañana del martes. La llegada escalonada de aficionados a una ciudad con un número prácticamente idéntico de habitantes que Sevilla iba provocando una animación cada vez mayor alrededor de un centro histórico no muy grande pero coqueto.

Los primeros que se divertían como niños eran los consejeros del Betis. Encabezados por Ángel Haro, el presidente, y su vicepresidente, José Miguel López Catalán, se atrevían incluso a echarse diez minutos de fútbol en uno de los campos montados por la UEFA para una fanzone en la que era posible obtener cualquier tipo de recuerdos, desde una foto con la copa de esta Conference League, hasta fotos con los pósters de los once iniciales de ambos equipos o los tradicionales disparos para introducir el balón por diferentes huecos con puntuaciones determinadas en cada uno de ellos.

La diversión estaba garantizada y Haro y López Catalán se metieron en uno de esos partidos. “Diez minutos de fútbol te animan pero te dejan bastante cansado, la verdad”, confesaba uno de ellos mientras echaba un buen rato en los alrededores de la casa de Hansel y Gretel, uno de los atractivos turísticos de esta ciudad que acogió a los béticos con bastante amabilidad.

Mezcla de buen talante con hinchas del Chelsea

Después ya comenzaron a llegar los aficionados para mezclarse inicialmente con los hinchas del Chelsea sin que pareciera que fueran a existir ningún tipo de problemas. La cerveza, con el sol que pegaba en esos momentos sobre Wroclaw, empezaba a entrar mejor que bien y las jarras de medio litro, con un precio de 19 zlotys, unos 4,5 euros aproximadamente, se convertían en un apéndice más de los aficionados de uno y otro equipo.

El buen rollo siempre estaba presente, al menos a esas horas de la mañana, y el tono de broma provocaba que el paseo de Haro con un amigo diera a lugar a cánticos generalizados de los aficionados en los que, principalmente, le solicitaban que se gastara el dinero en el fichaje de Antony. También algún recordatorio hacia el eterno rival y su presidente, nada fuera de la normalidad, claro está.

La inyección de beticismo a los futbolistas

También los propios futbolistas llegaron a disfrutar con sus familias con un pequeño paseo por el centro de Breslavia. El propio Bartra lo reconocía durante la rueda de prensa que había estado “alrededor de 20 minutos” empapándose del beticismo de todos los allí presentes. Es una forma de motivación más con vistas a la final ante el Chelsea.

Otros de los que se dieron un paseo fueron Aitor Ruibal, Adrián, Bakambu o Mendy, aunque algunos más también pudieron estar por las calles. Isco, por ejemplo, no se pronunció al respecto durante la rueda de prensa, aunque sí elogió de forma encendida a la afición del Betis, “que siempre nos acompaña haga frío o calor. Siempre nos sentimos acompañados por ellos y esta vez, en una final, no iba a ser una excepción”.

Todo confluía en la Plaza del Mercado, en el centro de esta Breslavia, una ciudad con claros signos de su pasado alemán. Está situada al oeste de Polonia, cerca de la frontera con Alemania y la República Checa, y esa coqueta plaza es la más turística de su casco histórico y por ello fue elegida la UEFA para ubicar la Fan Zone.

Ángel Haro, a la hora de elegir su camiseta, concretamente la edición limitada para esta final con las rayas más finas, optaba por el dorsal número 22, el que luce Isco a lo largo de toda la temporada, aunque lo hacía con su propio nombre por arriba en lugar del que lleva el futbolista.

Ya en el entorno del estadio se volvía a corroborar la camaradería de los dos cuerpos técnicos, como había vuelto a reconocer Manuel Pellegrini durante la rueda de prensa. Tras la llegada del Chelsea al estadio, en torno a las siete de la tarde después de haber tenido que aterrizar en Cracovia, no en Wroclaw, y tener que viajar en autobús alrededor de tres horas, se producía el encuentro entre Pellegrini y Enzo Maresca, además de sus correspondientes cuerpos técnicos. El diálogo entre ambos se producía justo donde paran los autobuses en los bajos del estadio Municipal de Breslavia. Las caras de todos demostraban con certeza que la relación entre ellos no puede ser más fluida. Como han dicho tanto Pellegrini como Maresca públicamente, hablan bastantes veces para comentar diferentes cuestiones relacionadas tanto con el fútbol como con aspectos más particulares de sus vidas.