El Quema, ese antídoto

Comoquiera que el panorama patrio está para bajarse en la próxima y cómo el oficio de fontanero ha caído en la degradación más absoluta, vayámonos a las estribaciones de la Marisma para distraernos con las historias rocieras. Y así, cuando estas gacetas hayan llegado a sus manos, Triana habrá vadeado el Guadiamar por el pago de Quema. Extraordinaria visión ésta de la gran hermandad sevillana con su suerte de bautizos en un riachuelo que bien puede catalogarse de Jordán rociero. Una estampa como de pioneros en busca de la tierra prometida cuando la caballería asoma y las innumerables carretas irrumpen por la leve cornisa para una sucesión de bautizos que componen uno de los ritos que adoban la mayor romería de la Cristiandad. Y paralelamente, Villamanrique afronta la dura prueba de la Raya Real como única etapa hacia las Rocinas. Viernes de Pentecostés y todo esto ayuda en lo posible a dejar de rumiar la pesadilla que supone la actualidad que asuela a un pobre país aún llamado España.