La hipoteca inversa: una opción creciente

06 de junio 2025 - 04:00

La hipoteca inversa es un producto financiero dirigido principalmente a personas mayores de 65 años que sean propietarias de una vivienda. A diferencia de una hipoteca tradicional, en este caso es el propietario quien recibe una renta periódica o un pago único a cambio de poner su inmueble como garantía. El prestatario no pierde la propiedad de su vivienda, y no tiene que devolver el dinero recibido mientras viva en ella. La deuda solo se cancela cuando el propietario fallece o decida vender la propiedad.

En los últimos años, esta herramienta ha experimentado un notable crecimiento en España. Según datos del sector, el número de contrataciones se ha duplicado en algunas comunidades autónomas, especialmente en zonas urbanas con alto valor inmobiliario. Este crecimiento ha atraído a nuevas entidades financieras, aseguradoras y plataformas especializadas que se han sumado a ofrecer este producto dentro de su catálogo. Además, el reciente marco regulador, que otorga mayor transparencia y garantías al consumidor, ha contribuido a su expansión.

El perfil del cliente que contrata una hipoteca inversa suele ser una persona mayor de 70 años, sin herederos directos o con herederos que aceptan esta fórmula, propietaria de una vivienda libre de cargas en un entorno urbano. Esta fórmula puede servir para complementar la pensión, cubrir necesidades médicas, mejorar la calidad de vida o simplemente asegurar una mayor tranquilidad económica en la vejez para afrontar los gastos asociados al envejecimiento, como servicios de asistencia domiciliaria o reformas en el hogar para adaptarlo a nuevas necesidades físicas.

Es, por tanto, un producto financiero muy útil, especialmente en un contexto de longevidad creciente y para aquellos que disponen de unas pensiones limitadas. Pero lo cierto es que, dada las condiciones que hay que cumplir, solo pueden acceder a contratarlo una minoría. El Observatorio de los Sistemas Europeos de Previsión Social Complementaria ha publicado esta semana un artículo que concluye que las hipotecas inversas están ganando tracción entre el grupo socioeconómico de renta media-alta, con patrimonio inmobiliario consolidado, que buscan transformar activos en liquidez sin perder calidad de vida.

Esperemos que ahora que muchas entidades se están sumando puedan ofrecer este instrumento a más segmentos de la población, y así, con un asesoramiento y garantías adecuadas, puedan contratarlo y mejorar su calidad de vida en la última etapa de sus vidas.

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