Danza, música y artes plásticas para un espacio espectacular

Artes escénicas

El proyecto ‘In perpetuum’, de la coreógrafa Manuela Nogales, protagoniza, hasta mañana domingo, el sugestivo escenario de la Real Fábrica de Artillería de Sevilla

Las siete bailarinas de 'In perpetuum' evolucionan con la obra de Javier León tras ellas.
Las siete bailarinas de 'In perpetuum' evolucionan con la obra de Javier León tras ellas. / Rafael Núñez Ollero

Tras una larguísima historia de abandono, rehabilitaciones parciales, búsqueda de presupuestos y mil vicisitudes, In perpetuum, un integrador proyecto de la creadora Manuela Nogales, inauguró, el pasado jueves 15 de mayo uno de los espacios más hermosos y espectaculares de la Real Fábrica de Artillería de Sevilla. Un magnífico ejemplo de la arquitectura industrial sevillana, declarado desde hace años Bien de Interés Cultural en la categoría de Monumentos.

Su enorme envergadura, nada menos que 22.000 metros cuadraos, ha hecho que el Ayuntamiento, su propietario desde 2010, haya procedido a una apertura por partes de los diferentes espacios, especialmente desde que en 2018 la Unión Europea realizara una contribución nada desdeñable para su conversión en espacio de arte.

Acontecimientos como la Bienal Española de Arquitectura, la visitada exposición sobre los hermanos Machado o, actualmente, el ciclo Amalgama de la Bienal de Flamenco, han puesto en el mapa cultural sevillano este singular espacio situado en la calle Eduardo Dato. Pero su apertura a las artes escénicas, con un Lope de Vega cerrado desde hace ya dos años, lo convierte en una pieza verdaderamente relevante para la ciudad.

El proyecto ideado por Nogales se ha adaptado como anillo al dedo a la larga nave central, de una enorme belleza sin llegar a ser apabullante, en el que se ha colocado una grada que, aún incómoda por falta de respaldo en los asientos, permite una magnífica visión del espacio escénico, colocado a ras de suelo mediante un linóleo en forma de cuadrilátero. Su total apertura permite admirar todas las fugas, que se pierden en los dos grandes ventanales del fondo.

El proyecto ha contado con la integración del trabajo del artista plástico Javier León Pérez, conocido sobre todo por sus trabajos de papel japonés y que ha dejado en el escenario una preciosa nube blanca vertical y una especie de tejido en la parte delantera. Dos elementos que han enmarcado a la perfección el trabajo de las siete musas, siete bailarinas encargadas de poner movimiento a la arquitectura.

Como banda sonora, una docena de piezas de compositores barrocos (dos venecianos como Vivaldi y Caldara, el alemán Pachelbel y el francés Rameau), elegidas por la propia creadora, gran amante de la música barroca, e interpretadas nada menos que por la Orquesta Barroca de Sevilla con la dirección musical de Ventura Rico.

Situada fuera de la escena, en un pequeño espacio a la derecha del espectador, la OBS es la protagonista indiscutible de la propuesta como no podía ser menos, dada su trayectoria de treinta años de investigación y de logros nacionales e internacionales.

En el centro, poniendo el movimiento, siguiendo el alma de las cuerdas, el clave o la preciosa voz de la soprano Soraya Mencid, las bailarinas, estupendamente iluminadas por Guillermo Suero y vaporosamente vestidas por Manu-Kost, siguen una coreografía que, sin abandonar el siempre misterioso discurso de brazos y manos, marca de la casa, privilegia la fluidez y la continua entrada y salida de las bailarinas, que van conquistando el centro en distintas combinaciones mientras las demás permanecen a la vista, en diferentes lados del cuadrilátero.

Fernando Romero, bailarín invitado de la pieza, en un momento de su dúo,
Fernando Romero, bailarín invitado de la pieza, en un momento de su dúo, / Rafael Núñez Ollero

Entre ellas, alguna había trabajado ya con Nogales, como Paola Domínguez (en Summa); otras, muy jóvenes, tienen menos experiencia en los escenarios, como Raquel Lao, más conocida por sus danzas callejeras y su participación en Tierra de Talento. Ella y Alejandra Ruiz de Alda acaban de formar el grupo La Imbuición, uno de cuyos frutos se podrá ver el jueves 29 de mayo en el Cicus, dentro del ciclo Ahora Danza.

Junto a las bailarinas citadas, están Carmen Cruz, Isabel Soto, Julia Domínguez, Macarena Mendoza y, como sorpresa, casi al final, la presencia poderosa de un bailarín excepcional como es Fernando Romero. Su virtuosismo y su arte brillaron tanto en su solo como en un poético paso a dos realizado con Alejandra Ruiz de Alda.

In perpetuum estará también esta noche y mañana domingo, a las 22:00 y con las entradas agotadas, en la Fábrica de Artillería y, en junio, será el teatro, un esperado Macbeth del Teatro Clásico de Sevilla, en versión de Alfonso Zurro, quien tome el relevo.

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